La influyente cadena de televisión por satélite Al Yasira ha confirmado ladimisión de su director de noticias, Wadah Khanfar, y su sustitución por un gris empresario perteneciente a la familia real de Qatar. La salida de Khanfar se produce poco después de que trascendiera un cable filtrado por «Wikileaks», en el que se da a entender que Khanfar se plegó a presiones del gobierno norteamericano en la cobertura de la guerra de Irak en octubre de 2005.
AFP
La interpretación de «the New York Times» contrasta con la del rotativo británico «The Guardian», para el que la salida del periodista palestino Khanfar —uno de los creadores del enorme poder mediático de «Al Yasira» como jefe de informativos desde hace ocho años— se debe a la presión de los propietarios, la familia real del pequeño estado petrolífero de Qatar. Para el entorno del emir, Khanfar habría obtenido últimamente demasiado poder y autonomía, por lo que «se hizo necesaria su sustitución».
Contradicciones
Sea cual sea la versión más correcta, el cambio pone en entredicho lareputación de Al Yasira como el único canal por satélite independiente del mundo árabe, en un contexto de televisiones públicas completamente controladas por el régimen político de turno.
Los observadores del «fenómeno Al Yasira» venían, no obstante, apuntando desde hace tiempo las contradicciones de este canal, que se ha forjado fama de «neutralidad» en la cobertura de Oriente Próximo y de «agresividad» frente a la política de Estados Unidos en la región.
Se subrayaba en particular el enorme despliegue de medios para cubrir la ofensiva rebelde en Libia contra el régimen de Gadafi, en contraste con la parquedad y sombras en la información de la revuelta en Bahréin. El régimen de Qatar se movilizó públicamente contra la dictadura libia, pero guardó silencio cuando la revuelta chií estuvo a punto de derribar a la minoría suní que gobierna en la isla vecina.
FRANCISCO DE ANDRÉS / MADRID
Día 21/09/2011 - 21.00h
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